MESSENGER es una misión espacial no tripulada de la NASA, que fue
lanzada rumbo a Mercurio el 3 de agosto de 2004 y entró en órbita alrededor
de dicho planeta el 18 de marzo de 2011 para iniciar un período de observación
orbital de un año terrestre de duración. Durante su trayecto, la sonda ha hecho un sobrevuelo a la Tierra el 1 de agosto de 2005, dos sobrevuelos a Venus (el 24
de octubre de 2006 y el 5 de junio de 2007) y tres a Mercurio (en 2008 y 2009)
antes de la inserción orbital.
El nombre MESSENGER es un acrónimo de MErcury Surface,
Space ENvironment, GEochemistry and Ranging (Medición de Superficie, Ambiente Espacial y
Geoquímica de Mercurio). Su nombre también significa
"mensajero", elegido debido a que Mercurio era el mensajero de los dioses
en la mitología romana. Esta sonda es la primera en colocarse en órbita de
Mercurio, ya que hasta ahora el planeta sólo había sido visitado por la Mariner
10, que realizó tres sobrevuelos en 1974 y 1975.
Sin embargo, después de todos estos años de observación, la NASA anunció el pasado jueves que a la misión espacial le queda muy poco tiempo de vida. El próximo martes 21 de abril, el centro de control del Laboratorio de
Física Aplicada (APL) de la universidad Johns Hopkins, en Maryland, Estados Unidos, ejecutará cuatro últimas correcciones de órbita para la sonda, cuya maniobra final se realizará el 24 de abril. "Tras esta última maniobra, la nave habrá agotado
casi todo su combustible, el helio", explicó Daniel O'Shaughnessy,
ingeniero de sistemas de la misión MESSENGER.
Debido a esto, los científicos preveen que será el jueves 30 de abril, el día en que la sonda espacial de la misión MESSENGER sea vencida por la gravedad de Mercurio, luego de haberse quedado sin combustible, y la haga caer y chocar contra la superficie de éste pequeño planeta a una velocidad estimada de entre 14.000 y 20.000 kilómetros por hora, provocando un cráter de aproximadamente 16 metros.
Pero al contrario de lo que se podría pensar, los científicos
celebran este suceso, ya que representa el éxito de colocar la primera nave
espacial en órbita sobre Mercurio, el planeta más cercano al Sol. "Por primera vez en la historia tenemos muy buen
conocimiento de Mercurio, que reveló ser un planeta fascinante en nuestro
Sistema Solar", comentó John Grunsfeld, el director de las misiones
científicas de la NASA.
Los científicos esperan recoger datos hasta el fin de la misión, es decir, hasta el choque de la sonda con la superficie del planeta que se producirá en la cara de Mercurio opuesta al Sol, algo que brindará la posibilidad a los ingenieros de la NASA de poder observar el impacto en tiempo real. Esto pondrá fin a la fructífera misión de exploración del planeta más pequeño del Sistema Solar y más cercano al Sol.
Los científicos esperan recoger datos hasta el fin de la misión, es decir, hasta el choque de la sonda con la superficie del planeta que se producirá en la cara de Mercurio opuesta al Sol, algo que brindará la posibilidad a los ingenieros de la NASA de poder observar el impacto en tiempo real. Esto pondrá fin a la fructífera misión de exploración del planeta más pequeño del Sistema Solar y más cercano al Sol.
La misión MESSENGER tuvo un costo aproximado de 450 millones
de dólares y entre sus descubrimientos científicos más importantes, se
encuentran los datos proporcionados en 2012, que permitieron comprobar la
hipótesis de que Mercurio contiene grandes cantidades de agua en forma de hielo
en los cráteres de las regiones polares que nunca ven el Sol. Asimismo, las imágenes
enviadas el 14 de enero de 2008, día en que la sonda visitó al planeta por
primera vez, luego de 33 años del último sobrevuelo realizado por la sonda
Mariner 10, mostraron una superficie rugosa y repleta de cráteres, a causa del
intenso bombardeo de meteoritos que ha sufrido. Algunas de las imágenes de alta
resolución de la MESSENGER, registran áreas nunca antes vistas de Mercurio y
regiones que ya habían sido fotografiadas por la Mariner 10 en 1974.
Imagen del planeta Mercurio, tomada por la misión Messenger en 2013. Imagen de la NASA.
Cabe resaltar que la máxima aproximación que la sonda tuvo, fue de 200 kilómetros desde la superficie del planeta, eso claro, hasta que se estrelle dentro de dos semanas.
Sin duda alguna, la misión MESSENGER representa el éxito del avance de las tecnologías espaciales en las últimas décadas y permite continuar con el desarrollo de ésta maquinaria capaz de alcanzar grandes distancias y de recopilar informacion muy relevante que aporte datos significativos a la ciencia. Un claro ejemplo de lo anterior, son las sondas Voyager 1 y Voyager 2, lanzadas en 1977 hacia diferentes direcciones del espacio y que actualmente siguen funcionando y son los objetos creados por el hombre que han llegado más lejos en el universo, pues ahora se encuentran a decenas de Unidades Astronómicas de nosotros (una unidad astronómica es la distancia entre la Tierra y el Sol, que equivale a 150.000.000 de Kilómetros), como también, la misión Dawn, lanzada en 2007, y que en julio de éste año pasará muy cerca de Plutón, y sobre la cual hablaremos en éste blog próximamente.
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