16 de enero de 2019

Ultima Thule, el Lejano y Fascinante Astro Desvelado por la Sonda New Horizons



En las primeras horas del 1 de enero, mientras el mundo celebra la llegada del nuevo año, la sonda espacial New Horizons se encontraba a más de 6 mil millones de kilómetros de distancia, continuando su viaje interestelar, y tenía su máximo acercamiento a 2014 MU69, mejor conocido como Ultima Thule, el cual, a las 5:33 a.m., hora global, se convertía en el objeto más lejano de la historia en ser explorado por una nave, hasta la fecha.



Fotografía procesada del objeto 2014MU69, denominado Ultima Thule.

Científicos de la agencia espacial estadounidense señalaron que la sonda se encuentra en una condición "saludable" tras pasar por la roca helada.
Ultima Thule se encuentra a unos 6.500 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, más allá del Sistema Solar, en un área denominada Cinturón de Kuiper.


Acercamiento de la sonda New Horizons hacia Ultima Thule durante las primeras horas de 2019.


"¡Adelante New Horizons!", exclamó el científico en jefe Alan Stern a las 05:33 GMT, el momento en el que se suponía que la sonda New Horizons hacía su acercamiento más próximo a Ultima Thule. "Estaría engañándoles, sin embargo, si no les dijera que también estamos en ascuas esperando ver cómo resulta esto", comentó con anterioridad. "Sólo tenemos una oportunidad para esto. Nada parecido se ha logrado antes y, como con cualquier misión como esta, hay riesgos", dijo a los periodistas.

Desde la madrugada del 1 de enero, New Horizons estuvo programada para explorar de cerca el frío y misterioso cuerpo celeste. No obstante, Ultima Thule estaba tan distante que la señal de confirmación tardó horas en llegar.


Primeras fotografías del acercamiento de la sonda New Horizons a Ultima Thule.

Ultima Thule es un término de origen griego usado por geógrafos romanos y medievales para indicar el norte lejano o un lugar "situado más allá del mundo conocido". El término fue elegido por el público en una convocatoria de la NASA para dar nombre al objeto conocido hasta entonces como 2014 MU69 y situado a 6.500 millones de kilómetros de la Tierra.

Este objeto debe su nombre a una isla lejana de la literatura medieval, que “significa ‘más allá de Thule’; es decir, más allá de los límites conocidos de nuestro mundo, lo que simboliza la exploración más allá del cinturón de Kuiper”, contó la agencia espacial en un comunicado.


Infografía que muestra la distancia entre la Tierra y Ultima Thule.

El objeto es parte de una de las regiones más remotas y enigmáticas del Sistema Solar, un anillo de cuerpos helados que orbita el Sol y se conoce como el "Cinturón de Kuiper", en honor al astrónomo que predijo su existencia en la década del 50, Gerard Kuiper.
El anillo contiene restos de la formación de planetas y es un registro fósil del nacimiento del Sistema Solar.
Hal Weaver, científico de la misión, dijo que el diminuto cuerpo de 30 kilómetros de ancho es "probablemente el objeto más primitivo que se haya encontrado una nave, la mejor reliquia posible del Sistema Solar".

Se cree que, como muchos otros objetos del Cinturón de Kuiper, estaría compuesto por polvo y hielo aglomerado durante los inicios del Sistema Solar hace más de 4.500 millones de años.
Teóricamente este objeto tendría una forma elongada, como una batata o cacahuete.


Representación artística del acercamiento de la sonda New Horizons a Ultima Thule.

Y su superficie sería muy oscura, por haber sido "quemado" por radiación de alta energía durante miles de millones de años.
Además, el equipo explicó que los análisis iniciales no han encontrado evidencia de anillos o satélites a más de una milla de diámetro del objeto (a unos 1,6 kilómetros), ni rastro de atmósfera. En cuanto a los aspectos físicos observados, el color de Ultima Thule coincide con el color de mundos similares en el cinturón de Kuiper, y ambas esferas que lo forman son casi idénticas en tonalidad.
Los científicos esperan que Ultima Thule provea pistas sobre la formación de los objetos distantes del Cinturón de Kuiper.


Fotografía del planeta menor Plutón, tomada por New Horizons en julio de 2015.

New Horizons, misma sonda que en julio de 2015 arribó a Plutón y tomó la imagen más clara que se haya tenido de este explaneta, usó por primera vez sus cámaras y detectores para obtener información directa sobre Ultima Thule y comenzó poco después a enviar esa información a la Tierra. Se aproximó al objeto a una velocidad de 14 kilómetros por segundo y su punto de mayor cercanía fue a las 5:33 GMT del martes 1 de enero, según estaba proyectado.


LAS PRIMERAS IMÁGENES

El 1° de enero, asomándose sobre Ultima Thule, los siete instrumentos de ciencia de New Horizons vieron su congelada superficie en exquisito detalle. Según Hal Weaver, del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins en Maryland –el centro nervioso de ciencia de la misión– las cámaras ayudarán a entender mejor el color rojizo de la gran roca. “Ese bronceado es culpa de la radiación ultravioleta del Sol y de los rayos cósmicos, que han formado una variedad de compuestos orgánicos sobre la piel del objeto, en combinación con el nitrógeno”, explica.

Un par de días después, fueron recibidas las primeras fotografías de New Horizons hechas a Ultima Thule, dejando ver que se trata de dos cuerpos unidos que lucen como un "muñeco de nieve".


Imagen de Ultima Thule, donde se puede apreciar su tamaño.

Ultima Thule surgió a partir de nubes de partículas heladas que comenzaron a juntarse. En algún momento llegaron a formarse dos grandes cuerpos que giraron en espiral hasta tocarse lentamente, con lo cual crearon esa mole en forma de muñeco de nieve.


Imagen de Ultima Thule con una representación gráfica que muestra su desplazamiento y rotación.

El "cuerpo" del muñeco es Ultima y es tres veces más grande que la "cabeza", que es Thule. En total, mide cerca de 33 kilómetros de largo, aproximadamente el tamaño de Washington D.C.
Los nuevos datos enviados por la sonda también muestran que Ultima Thule es de color rojizo y muy oscuro. Sus áreas más brillantes reflejan solo el 13% de la luz que recibe, mientras las más oscuras reflejan sólo el 3%.


LA EVOLUCIÓN DE LA MISIÓN



En el 2014, cuando se escogió a Ultima Thule como objetivo, la roca existía como un punto de luz en el espacio (miles de veces más opaco que Plutón) y durante años esa fue la realidad del equipo de científicos. Pero ahora ven algo sólido, algo con tres dimensiones y con personalidad. ¿Y qué hay con ese collar luminoso? Es emocionante y es un poco aterrador. 

De ser una misión de ciencias planetarias, New Horizons está evolucionando a ser una de astrofísica y física del Sol. Está trabajando en hacer un perfil de las partículas de altas energías despedidas por el Sol, así como la distribución del polvo interplanetario, gracias a un contador de granos que lleva en el lomo.

A pesar de tener 13 años de edad, y de haber atravesado millones de kilómetros de espacio, el robot está en buena forma. Sus baterías le durarán otros 20 años, durante los cuales navegará por Kuiper. Pero la Nube de Oort, la más lejana y vasta puerta de salida de nuestro sistema solar estará fuera del alcance del intrépido explorador espacial.

“Hace una generación ni siquiera sabíamos que existía este cinturón de cometas. Era solo una teoría”, dice Alan Stern sin ocultar la emoción. “Ahora estamos sumergidos en él. Vamos a sorprendernos, y esa es la mejor parte de la exploración”.



Sonda New Horizons.


La sonda, que viaja a una velocidad aproximada de 54.000 kilómetros por hora, continuará descargando imágenes y otros datos durante los próximos meses, y se espera que todos los datos se devuelvan a la Tierra dentro de los 20 meses utilizando el transmisor de 15 vatios de la sonda.  A su vez, una cámara infrarroja buscará hielos exóticos de monóxido de carbono, nitrógeno y amoníaco, y otros instrumentos querrán saber si Ultima actúa como un cometa que bota gas atrapado entre el hielo. 

Tampoco es fácil tratar de mantener ilesa una nave espacial que navega a enormes velocidades por una región que literalmente es un campo minado. “Si lo golpea algo del tamaño de un grano de arroz, se acabó todo”, explica Alan Stern, el investigador principal de New Horizons, y autor del libro ‘Persiguiendo a Nuevos Horizontes’, sobre la exploración de Plutón. “Tenemos un equipo de 12 astrónomos planetarios constantemente mirando las imágenes de las cámaras telescópicas buscando cualquier cosa que pueda representar un peligro para la nave”.



Alan Stern, investigador principal de la misión New Horizons.


"Todo lo que vamos a aprender sobre Ultima Thule, -su composición y su geología, cómo se ensamblaron originalmente, si tiene satélites y una atmósfera, y ese tipo de cosas-, nos enseñará acerca de las condiciones en las que se formó el Sistema Solar, algo que no nos han mostrado otros objetos a los que hemos sobrevolado o en los que hemos aterrizado, porque son muy grandes, muy evolucionados o muy cálidos. Ultima Thule es único", dijo Alan Stern, investigador principal de New Horizons. «Se trata de la primera exploración de un objeto pequeño del cinturón de Kuiper y la investigación más lejana de cualquier mundo, por lo que ya se ha hecho historia. Pero casi todo el análisis de datos se dará en el futuro. Nuestro equipo está impaciente por comenzar a excavar en todo este tesoro».


Fotografía a color de Ultima Thule.

A pesar de toda esta información, aún falta casi año y medio (exactamente 20 meses, según calculan los científicos) para que lleguen a la Tierra todos los datos recabados por New Horizons. De hecho, la transmisión desde la sonda se detuvo durante una semana -hasta el 10 de enero-, ya que la radiación solar no permitía emitir información desde la nave.

Luego de esto pasarán varios años hasta que se procese y se materialice en forma de estudios científicos. Así que recuerden el nombre de Ultima Thule, porque dará mucho que hablar en la próxima década.





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