2 de septiembre de 2016

Científicos Descubren a la Hermana más "Próxima" de la Tierra



El pasado miércoles 24 de agosto, un grupo de científicos del Observatorio Europeo Austral, en Chile, anunció el descubrimiento de un nuevo exoplaneta, este, el más cercano a la Tierra que se ha encontrado.
Se trata de Próxima b, planeta que orbita a la estrella del mismo nombre, Próxima Centauri, y que se encuentra ubicado a solo 4.2 años luz de distancia de nosotros.

PRÓXIMA B: CARACTERÍSTICAS

 Representación artística de la posible apariencia del exoplaneta Próxima b.

Este exoplaneta rocoso, dotado de una masa cercana a la de la Tierra, está ubicado en una zona considerada “habitable” o “templada”, lo que permite, al menos en teoría, inferir la presencia de agua líquida en su superficie, una condición necesaria para la vida. “A causa de su cercanía, Próxima b podría ser el primer exoplaneta que reciba la visita de una sonda espacial el día en que el ser humano alcance a desarrollar las tecnologías necesarias”, declaró uno de los autores del estudio, Julien Morin, del Laboratorio Universo y Partículas del CNRS (Centro Nacional de la Investigación Científica) en
la Universidad de Montpellier.

(VIDEO- EURONEWS) - Próxima b.




Desde 1995, los científicos han descubierto miles de exoplanetas (planetas ubicados fuera de nuestro sistema solar), decenas de los cuales parecen potencialmente habitables. No obstante, se encuentran muy lejos. Próxima b, en cambio, está casi ante nuestras narices a escala universal. Orbita alrededor de Próxima Centauri (o Próxima del Centauro), una estrella enana roja muy conocida por los astrónomos y por los fanáticos de la ciencia ficción, que se encuentra apenas a 4,2 años luz del Sol. Un año luz equivale a 9.461.000 millones de kilómetros. Un equipo internacional de astrónomos, coordinado por Guillem Anglada-Escudé, de la Universidad Queen Mary de Londres, descubrió Próxima b, gracias a una campaña de investigación que duró 2 años, y que se intensificó en el primer semestre de 2016. La investigación contó con la contribución del espectrógrafo Harps instalado sobre un telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO) que se encuentra en Chile. Los investigadores se basaron también en mediciones realizadas entre 2000 y 2014 con telescopios del ESO. Los astrónomos revelaron la existencia de Próxima b al detectar la muy débil oscilación de la estrella, resultante de la atracción gravitatoria generada por el pequeño planeta en su órbita. A intervalos regulares, Próxima Centauri se nos acerca (su luz vira hacia el color azul) y luego se aleja (la luz se vuelve rojiza) a una velocidad de 5 km/hora, o sea, al ritmo de caminata de un ser humano.

Comparación de los tamaños entre la Tierra y Próxima b.

Próxima b completa su órbita alrededor del astro en 11,2 días. Se encuentra a unos 7 millones de kilómetros de su estrella (o sea, apenas el 5% de la distancia Tierra-Sol) que es 700 veces menos luminosa que el Sol. Esto permite a Próxima b encontrarse “en la zona habitable que rodea a su estrella, puesto que la temperatura en su superficie permite inferir la presencia de agua en estado líquido” sobre la misma, subraya el ESO. Los científicos estiman que la masa del planeta Próxima b es 1,3 veces la de la Tierra. “Se trata muy probablemente de un planeta rocoso y no gaseoso”, indica Pedro Amado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Sin embargo, Próxima b es, sin lugar a dudas, diferente a la Tierra. “Se encuentra claramente en un medio ambiente bastante exótico comparado al de nuestro planeta”, subraya Morin. “El nuevo planeta orbita muy cerca de su estrella, pensamos que las fuerzas de las mareas tienden a sincronizar la rotación del planeta sobre sí mismo y alrededor de su astro”. Y añade: “Sin lugar a dudas muestra siempre la misma fase a su estrella, como la Luna a nosotros”. 

(VIDEO-EFE) - Proxima b.



La cuestión de saber si el planeta posee atmósfera es crucial para determinar sus chances de albergar alguna forma de vida. “Con una atmósfera es plausible que las temperaturas sean de -30 grados Celsius en la parte a la sombra y de +30 sobre la expuesta a la luz”, declara Anglada-Escudé. Pero hay sobre la mesa un aspecto sombrío a destacar: a causa de la proximidad con su estrella, que está bastante activa, Próxima b soporta muchos más rayos X y ultravioleta extremos que los que la Tierra recibe del Sol (alrededor de 100 veces más, según los investigadores). Y, sobre la Tierra, la atmósfera y la presencia de un campo magnético nos protegen de las radiaciones y las partículas solares.


¿PRÓXIMA B PODRÍA ALBERGAR VIDA?


La situación de Próxima b encaja perfectamente en la definición estándar de "zona de habitabilidad", ya que se encuentra a una distancia a la que el agua líquida puede existir en su superficie. No obstante, al igual que algunos otros planetas potencialmente habitables ya detectados, la estrella en torno a la que orbita, Próxima Centauri, es «activa», tiene bastantes «erupciones» y, por tanto, lanza al planeta enormes cantidades de radiación ultravioleta y partículas.


 Comparación de tamaños entre nuestro Sol, Próxima Centauri y otras estrellas.

Este medioambiente espacial tan duro en términos de radiación dañaría bastante la vida. Nuestro planeta está protegido de los estallidos solares por el campo magnético, que deflecta las intensas lluvias de partículas del Sol y las que llegan las canaliza hacia los polos. En el caso de Próxima b y de otros planetas en zona de habitabilidad, ni siquiera sabemos si tendrían o no campos magnéticos.

Los campos magnéticos también actúan de coraza para evitar que la atmósfera se pueda escapar por efecto de la intensa radiación, y alguien podría pensar que el nuevo planeta podría incluso no tener atmósfera. Sin embargo, conocemos el caso de Venus en nuestro propio sistema solar, que no posee campo magnético y sin embargo ha preservado una densa atmósfera, incluso estando más cerca del Sol que la propia Tierra. Por tanto, realmente no sabemos lo que puede pasar en el caso de Próxima b.

Además, hay un estudio reciente de un grupo de la NASA que apunta a que la materia orgánica que dio lugar a la vida en la Tierra pudo provenir del intenso bombardeo de partículas y radiación cuando el Sol se encontraba en una fase mucho más joven en la que era muy activo. Eso significa que en estrellas como Próxima Centauri, que son más activas que incluso nuestro Sol en su juventud, se podría dar el caldo de cultivo necesario para dar lugar a la vida.

Otro aspecto de Próxima b que podría ir en contra de la habitabilidad sería el hecho de que al estar tan cerca de su sol, las fuerzas de marea habrían hecho que la rotación del planeta esté sincronizada con el periodo orbital, que es de 11,2 días. Eso significa que una cara del planeta recibiría continuamente la luz de su estrella y la otra estaría permanentemente a oscuras. En teoría, podría haber una enorme diferencia de temperaturas en un hemisferio y otro. No obstante, la existencia de una atmósfera podría redistribuir considerablemente el calor y homogeneizar las temperaturas, algo parecido a lo que le ocurre a Venus y algo que también se da en Plutón en cierta medida.

Representación artística de la posible panorámica vista en la superficie de Próxima b.

Necesitamos obtener datos de su potencial atmósfera y para ello hay que usar técnicas observacionales diversas. En primer lugar debemos determinar si el planeta transita delante de la estrella de forma que produzca eclipses y ocultaciones vistos desde nuestro planeta. Si fuera así, de estos fenómenos, llamados tránsitos, podemos obtener información adicional sobre el planeta y su atmósfera, pero la probabilidad de que se produzcan estos tránsitos es bastante baja, y por ahora nuestros datos no muestran evidencia clara de tránsitos. En el futuro, instrumentos sofisticados podrán abordar estas incógnitas. Incluso el proyecto Starshot que pretende enviar micro naves espaciales a la estrella Alfa Centauri se podría modificar para visitar Próxima y proporcionar datos mucho más específicos que nos permitieran valorar el grado de habitabilidad.


PRÓXIMA B: RESUMEN


-Próxima b se encuentra a unos 4 años luz del Sistema Solar, que es una de las distancias relativamente más cercanas a la Tierra para un planeta similar al nuestro nunca antes detectado.
"Las primeras señales de un posible planeta se vieron en 2013, pero la detección no era convincente", cuenta Guillem Anglada-Escudé, el científico español líder de la investigación.
Para confirmar su existencia, los científicos revisaron durante 60 días las señales del espectógrafo HARPS, ubicado en Chile, en conjunto con otros telescopios alrededor del mundo.


Espectrógrafo HARPS, en Chile. Lugar desde el cual se descubrió a Próxima b.

 -Este nuevo planeta se encuentra a 7 millones de kilómetros de su estrella, Próxima Centauri.
Eso significa que está a 5% de la distancia la distancia de la Tierra al Sol (149,6 millones de kilómetros), ¿cómo puede ser habitable entonces?
"Su estrella es mucho más débil que el Sol. Como resultado, Próxima b se encuentra dentro de la zona habitable alrededor de la estrella y tiene una temperatura superficial estimada que permitiría la presencia de agua líquida", explica el ESO.
Los cálculos indican que podría tener una temperatura de unos 4°C, lo que genera condiciones para tener agua, el factor clave de la vida terrestre.

-La masa de este planeta es 1,3 veces la de la Tierra y hasta ahora los científicos creen que puede tener un paisaje rocoso, habitable para el ser humano.
Aún es pronto para llegar a conclusiones, pero el debate científico se centra en determinar si su atmósfera se está evaporando lentamente, como ocurre con planetas similares y qué tipo de química posee.
La superficie podría estar recibiendo "llamaradas de rayos X y de radiación ultravioleta" de su estrella que serían mucho más fuertes que las que tenemos en la Tierra, un factor a considerar para la vida que conocemos.

-Todavía es temprano para confirmarlo, pero los astrónomos consideran "muy probable" que la fuerza de gravedad que influye en el planeta haga que un lado esté expuesto a la luz y otro permanezca oscuro.
Los patrones que han detectado los astrónomos los llevan a concluir que este planeta gira alrededor de Próxima Centauri cada 11,2 días terrestres.

Distancia de Próxima Centauri a nuestro Sol.

-La idea de un planeta similar a la Tierra en un vecindario cercano suena bien, pero las distancias astronómicas son considerables.
Próxima Centauri se encuentra a 40 billones de kilómetros, una distancia que requeriría miles de años para alcanzarse con la tecnología que disponemos.
La misión Juno, que recorrió 3.000 millones de kilómetros para llegar a Júpiter en julio, tardó cinco años en llegar a su objetivo en un trazo calculado para interceptar al planeta.
"Por supuesto, ir allí ahora mismo es ciencia ficción, pero la gente está pensando en ello y ya no es solo un ejercicio académico imaginar que podríamos enviar una sonda allí un día", dijo Anglada Escudé.


No obstante, habrá que ser pacientes y esperar un largo tiempo hasta que los científicos logren determinar con certeza cómo es Próxima b y si realmente puede ser un “hermano” de la Tierra.


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