En las primeras horas del 1 de enero, mientras el mundo
celebra la llegada del nuevo año, la sonda espacial New Horizons se encontraba
a más de 6 mil millones de kilómetros de distancia, continuando su viaje
interestelar, y tenía su máximo acercamiento a 2014 MU69, mejor conocido como
Ultima Thule, el cual, a las 5:33 a.m., hora global, se convertía en el objeto
más lejano de la historia en ser explorado por una nave, hasta la fecha.
Científicos de la agencia espacial estadounidense
señalaron que la sonda se encuentra en una condición
"saludable" tras pasar por la roca
helada.
Ultima Thule se encuentra a unos 6.500 millones de
kilómetros de distancia de la Tierra, más allá del Sistema Solar, en un
área denominada Cinturón de Kuiper.
Acercamiento de la sonda New Horizons hacia Ultima Thule durante las primeras horas de 2019.
"¡Adelante New Horizons!", exclamó el científico en
jefe Alan Stern a las 05:33 GMT, el momento en el que se suponía que la sonda
New Horizons hacía su acercamiento más próximo a Ultima Thule. "Estaría
engañándoles, sin embargo, si no les dijera que también estamos en ascuas
esperando ver cómo resulta esto", comentó con anterioridad. "Sólo
tenemos una oportunidad para esto. Nada parecido se ha logrado antes y, como
con cualquier misión como esta, hay riesgos", dijo a los periodistas.
Desde la madrugada del 1 de enero, New Horizons estuvo programada para explorar de cerca el frío y misterioso cuerpo celeste. No
obstante, Ultima Thule estaba tan distante que la señal de confirmación tardó
horas en llegar.
Primeras fotografías del acercamiento de la sonda New Horizons a Ultima Thule.
Ultima Thule es un término de origen griego usado por
geógrafos romanos y medievales para indicar el norte lejano o un lugar
"situado más allá del mundo conocido". El término fue elegido por el
público en una convocatoria de la NASA para dar nombre al objeto conocido hasta
entonces como 2014 MU69 y situado a 6.500 millones de kilómetros de la Tierra.
Este objeto debe su nombre a una isla lejana de la
literatura medieval, que “significa
‘más allá de Thule’; es decir, más allá de los límites conocidos de
nuestro mundo, lo que simboliza la exploración más allá del cinturón de
Kuiper”, contó la agencia espacial en un comunicado.
Infografía que muestra la distancia entre la Tierra y Ultima Thule.
El objeto es parte de una de las regiones más remotas y
enigmáticas del Sistema Solar, un anillo de cuerpos helados que orbita el Sol y
se conoce como el "Cinturón de Kuiper", en honor al astrónomo que
predijo su existencia en la década del 50, Gerard Kuiper.
El anillo contiene restos de la formación de planetas y
es un registro fósil del nacimiento del Sistema Solar.
Hal Weaver, científico de la misión, dijo que el diminuto
cuerpo de 30 kilómetros de ancho es "probablemente el objeto más primitivo
que se haya encontrado una nave, la mejor reliquia posible del Sistema
Solar".
Se cree que, como muchos otros objetos del Cinturón de
Kuiper, estaría compuesto por polvo y hielo aglomerado durante los inicios del
Sistema Solar hace más de 4.500 millones de años.
Teóricamente este objeto tendría una forma elongada, como
una batata o cacahuete.
Representación artística del acercamiento de la sonda New Horizons a Ultima Thule.
Y su superficie sería muy oscura, por haber sido
"quemado" por radiación de alta energía durante miles de millones de
años.
Además, el equipo explicó que los análisis iniciales no han encontrado evidencia de anillos
o satélites a más de una milla de diámetro del objeto (a unos 1,6
kilómetros), ni rastro de
atmósfera. En cuanto a los aspectos físicos observados, el color de Ultima
Thule coincide con el color de mundos similares en el cinturón de Kuiper, y
ambas esferas que lo forman son casi idénticas en tonalidad.
Los científicos esperan que Ultima Thule provea pistas
sobre la formación de los objetos distantes del Cinturón de Kuiper.
Fotografía del planeta menor Plutón, tomada por New Horizons en julio de 2015.
New Horizons, misma sonda que en julio de 2015 arribó a
Plutón y tomó la imagen más clara que se haya tenido de este explaneta, usó por primera vez sus cámaras y detectores
para obtener información directa sobre Ultima Thule y comenzó poco después a
enviar esa información a la Tierra. Se aproximó al objeto a una velocidad de
14 kilómetros por segundo y su punto de mayor cercanía fue a las 5:33 GMT del martes 1 de enero, según estaba proyectado.
LAS PRIMERAS IMÁGENES
El 1° de enero, asomándose sobre Ultima Thule, los siete
instrumentos de ciencia de New Horizons vieron su congelada superficie en
exquisito detalle. Según Hal Weaver, del Laboratorio de Física Aplicada de
Johns Hopkins en Maryland –el centro nervioso de ciencia de la misión– las
cámaras ayudarán a entender mejor el color rojizo de la gran roca. “Ese
bronceado es culpa de la radiación ultravioleta del Sol y de los rayos
cósmicos, que han formado una variedad de compuestos orgánicos sobre la piel
del objeto, en combinación con el nitrógeno”, explica.
Un par de días después, fueron recibidas las primeras
fotografías de New Horizons hechas a Ultima Thule, dejando ver que se trata de dos cuerpos unidos que lucen como un
"muñeco de nieve".
Imagen de Ultima Thule, donde se puede apreciar su tamaño.
Ultima Thule surgió a partir de nubes de partículas
heladas que comenzaron a juntarse. En algún momento llegaron a formarse dos
grandes cuerpos que giraron en espiral hasta tocarse lentamente, con lo cual
crearon esa mole en forma de muñeco de nieve.
Imagen de Ultima Thule con una representación gráfica que muestra su desplazamiento y rotación.
El "cuerpo" del muñeco es Ultima y es tres
veces más grande que la "cabeza", que es Thule. En total, mide cerca
de 33 kilómetros de largo, aproximadamente el tamaño de Washington
D.C.
Los nuevos datos enviados por la sonda también muestran
que Ultima Thule es de color rojizo y muy oscuro. Sus áreas más brillantes
reflejan solo el 13% de la luz que recibe, mientras las más oscuras reflejan
sólo el 3%.
LA EVOLUCIÓN DE LA MISIÓN
En el 2014, cuando se escogió a Ultima Thule como
objetivo, la roca existía como un punto de luz en el espacio (miles de veces
más opaco que Plutón) y durante años esa fue la realidad del equipo de
científicos. Pero ahora ven algo sólido, algo con tres dimensiones y con
personalidad. ¿Y qué hay con ese collar luminoso? Es emocionante y es un poco
aterrador.
De ser una misión de ciencias
planetarias, New Horizons está evolucionando a ser una de astrofísica y física
del Sol. Está trabajando en hacer un perfil de las partículas de
altas energías despedidas por el Sol, así como la distribución del polvo
interplanetario, gracias a un contador de granos que lleva en el lomo.
A pesar de tener 13 años de edad, y de haber atravesado millones de kilómetros
de espacio, el robot está en buena forma. Sus baterías le durarán otros 20 años, durante los cuales navegará por
Kuiper. Pero la Nube de Oort, la más lejana y vasta puerta de
salida de nuestro sistema solar estará fuera del alcance del intrépido
explorador espacial.
“Hace una generación ni siquiera sabíamos que existía este cinturón de cometas.
Era solo una teoría”, dice Alan Stern sin ocultar la emoción. “Ahora estamos
sumergidos en él. Vamos a sorprendernos, y esa es la mejor parte de la
exploración”.
Sonda New Horizons.
La sonda, que viaja a una velocidad aproximada de 54.000
kilómetros por hora, continuará descargando imágenes y otros datos durante los
próximos meses, y se espera que todos los datos se devuelvan a la Tierra dentro
de los 20 meses utilizando el transmisor de 15 vatios de la sonda. A su
vez, una cámara infrarroja buscará hielos exóticos de monóxido de carbono,
nitrógeno y amoníaco, y otros instrumentos querrán saber si Ultima actúa como
un cometa que bota gas atrapado entre el hielo.
Tampoco es fácil tratar de mantener ilesa una nave espacial que navega a
enormes velocidades por una región que literalmente es un campo minado. “Si
lo golpea algo del tamaño de un grano de arroz, se acabó todo”, explica
Alan Stern, el investigador principal de New Horizons, y autor del libro
‘Persiguiendo a Nuevos Horizontes’, sobre la exploración de Plutón. “Tenemos un
equipo de 12 astrónomos planetarios constantemente mirando las imágenes de las
cámaras telescópicas buscando cualquier cosa que pueda representar un peligro
para la nave”.
Alan Stern, investigador principal de la misión New Horizons.
"Todo lo que vamos a aprender sobre Ultima Thule,
-su composición y su geología, cómo se ensamblaron originalmente, si tiene
satélites y una atmósfera, y ese tipo de cosas-, nos enseñará acerca de las
condiciones en las que se formó el Sistema Solar, algo que no nos han mostrado
otros objetos a los que hemos sobrevolado o en los que hemos aterrizado, porque
son muy grandes, muy evolucionados o muy cálidos. Ultima Thule es único", dijo Alan Stern,
investigador principal de New Horizons. «Se trata de la primera exploración de
un objeto pequeño del cinturón de Kuiper y la investigación más lejana de cualquier
mundo, por lo que ya se ha hecho historia. Pero casi todo el análisis
de datos se dará en el futuro. Nuestro equipo está impaciente por comenzar
a excavar en todo este tesoro».
Fotografía a color de Ultima Thule.
A pesar de toda esta información, aún falta casi año y medio (exactamente 20
meses, según calculan los científicos) para que lleguen a la Tierra todos
los datos recabados por New Horizons. De hecho, la transmisión desde la sonda
se detuvo durante una semana -hasta el 10 de enero-, ya que la radiación solar
no permitía emitir información desde la nave.
Luego de esto pasarán varios años hasta que se procese y
se materialice en forma de estudios científicos. Así que recuerden el nombre de
Ultima Thule, porque dará mucho que hablar en la próxima década.
Referencias:
- www.bbc.com (2)
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