En enero de 2016 investigadores del Instituto de
Tecnología de California (Caltech) anunciaron que tenían evidencia de la
existencia del Planeta X. Según estimaciones, este sería 10 veces más grande
que la Tierra y orbitaría alrededor del Sol (de una forma muy alargada) 20
veces más lejos que Neptuno.
"Hola fanáticos del planeta Nueve, se descubrió un
nueva formación excéntrica KBO. Está justamente donde el planeta Nueve debería
estar".
Con ese tuit el astrónomo Mike Brown, de la Universidad
de Caltech, en Estados Unidos, despertó grandes expectativas el pasado 26 de
enero ante lo que parece ser el nuevo miembro de nuestro sistema solar, lo cual
no deja de ser irónico, dado que el mismo científico fue quien lideró el
movimiento para degradar de rango a Plutón, colocándolo en la incómoda
categoría de "planeta enano".
El anuncio fue hecho por Brown luego de exponer su
hallazgo en el prestigioso Instituto SETI, dedicado a la exploración del
universo y búsqueda de inteligencia extraterrestre. Pero, ¿estamos frente a
evidencia contundente?
UNA SEÑAL
EXTRAÑA
En sus estimaciones iniciales, Brown señalaba que el
hipotético planeta Nueve parecía estar circulando alrededor del Sol, dibujando
una super estirada órbita, que toma entre 10.000 y 20.000 años para completar.
El astrónomo Mike Brown describe la órbita atípica
realizada por diversos objetos en el sistema solar, lo cual confirmaría la
existencia del planeta.
"Cuando vimos una extraña señal en nuestros datos,
comprendimos que algo raro estaba pasando", comentó Brown.
La extraña señal era descrita como una considerable
fuerza gravitacional que arrastraba objetos pequeños en un área específica del
sistema solar.
La explicación para este fenómeno es que solo una masa de
gran volumen puede provocar un efecto como este.
Dada la ubicación donde se registró este evento, sumado
al hecho que para los científicos el planeta Nueve es 10 veces más grande que
la Tierra, la hipótesis sobre el nuevo astro cobró vida propia.
"Todos estos objetos distantes estaban alineados de
una manera poco común, que no era normal. Ensayamos distintas explicaciones
hasta que dimos con la correcta", resaltó Brown.
El medio especializado en ciencia y tecnología The Verge,
agregó que existen otros seis Cinturones de Kuiper, pero que este séptimo
parece como si fuese empujado hacia una extraña orbita por una gran fuerza
cercana, a unos 149 mil millones de kilómetros del Sol.
Ahí se supone que se encuentre el nuevo planeta, 75 veces
más lejano que Plutón.
La información aportada por Brown se ha desarrollado en
paralelo con la presentación del profesor de astrofísica Daniel Whitmire, quien
afirma que este misterioso planeta estaría relacionado con las extinciones
masivas de especies en la Tierra.
Whitmire publicó su estudio en el Monthly Notices de la
Royal Astronomical Society este mes. En su opinión, el planeta Nueve
desencadena lluvias de cometas cada vez que completa su órbita alrededor del
sol, lo cual le toma 27 millones de años aproximadamente.
Cuando eso ocurre, el planeta provoca lluvias de cometas
en el sistema solar, estrellándose contra los otros planetas y disminuyendo la
luz del Sol. Eso explicaría la desaparición masiva de especies en la Tierra.
Representación artística de la teoría de la extinción de los Dinosaurios causada por meteoritos.
Recientemente otras investigaciones reportaron que este
planeta sería una versión más pequeña de Urano y Neptuno, y tendría un radio de
3.7 veces el de la Tierra. Por su lejanía al Sol, sería un cuerpo de hielo, con
una temperatura promedio estimada de -226 grados Celsius.
Si bien con los nuevos descubrimientos aparecen rasgos de
certezas, al mismo tiempo surgen muchas dudas, como por ejemplo, de cuál es su
número en el sistema solar.
Al tiempo que Plutón fue reducido a planetoide (por su
tamaño), la NASA ya señala al nuevo descubrimiento como el tan buscado “Planeta
X”.
“Este sería el noveno planeta verdadero”, comentan al
respecto Konstantin Batygin y Brown, los investigadores del Caltech que
“encontraron” este planeta, agregando que sólo se han descubierto dos planetas
verdaderos desde la antigüedad. “Este sería el tercero”, afirman.
El astrónomo Percival Lowell lo llamó planeta X cuando
comenzó a buscarlo en 1905. Uno de sus seguidores, buscando al planeta x
encontró a Plutón en 1930. Y en enero de 2016, Brown (un conocido astrónomo
descubridor de los planetas enanos Eris -2005- y Sedna), junto a su colega
Batygin, demostraron la existencia de un Noveno Planeta.
Cabe destacar que este Planeta X aún no fue descubierto,
sino que se reconoce su existencia a través de aproximaciones matemáticas. Sin
embargo, al parecer, está cada vez más cerca de descubrirse.
“Ahora hay cinco líneas independientes de evidencia
gravitacional para la existencia del Planeta Nueve. Estoy bastante seguro de
que está realmente por ahí”, señala Batygin.
“Yo estaba 70 por ciento seguro de que había un planeta
por ahí con nuestro paper de Nature en 2014. Estaba 80 por ciento seguro con el
papel de Batygin y Brown de enero de 2016 y con nuestro nuevo documento de
Sheppard y Trujillo que salió en agosto de 2016 anunciando algunos nuevos
objetos extremos trans-neptunianos, ahora estoy seguro de que este planeta existe
en un 90 por ciento”, expresó por su parte el astrónomo Scott S. Sheppard del
Instituto Carnegie, quien trabajó en la búsqueda del Planeta X junto a Chad
Trujillo.
Hipotética órbita del "Planeta 9" alrededor de nuestro Sol.
En el año 2008 investigadores japoneses ya habían
anunciado el pronto descubrimiento de este planeta, en un plazo de 10 años y lo
nombraron el “Planeta X”. En ese entonces estimaban que este tendría una órbita
solar elíptica alargada, circularía el sol cada mil años y su radio sería de 15
a 26 billones de kilómetros.
Tanto Batygin como Sheppard se muestran optimistas en
encontrar la ubicación de este planeta en el corto plazo. Brown especifica que
la búsqueda completa requerirá alrededor de 20 noches en el telescopio, lo que
puede tardar algunos años, dado las asignaciones de tiempo y las restricciones
del clima.
“Hemos cubierto alrededor del 20 por ciento de esta área
en los últimos meses”, agrega Sheppard, quien estará buscando el Planeta X con
el telescopio Subaru en Hawai a finales de noviembre y de nuevo a finales de
diciembre de 2016.
“Deberíamos tener un 30 por ciento de la ubicación más
probable para el planeta cubierto para el final del año. El próximo año, si aún
no lo hemos encontrado, podemos cubrir otro 30 por ciento de la órbita. Así que
podría tomar de 3 a 4 años cubrir las partes más interesantes del cielo para el
planeta”, afirma con optimismo el especialista.
El mismo anuncio del descubrimiento de este renombrado
planeta hace rememorar los numerosos datos, que suponían su existencia en el
pasado. Ya desde el siglo XIX, gracias al análisis de las perturbaciones de
Saturno se determinó la existencia de un planeta: Urano. Y las mismas perturbaciones
de Saturno y Urano condujeron al descubrimiento de Neptuno y Plutón. El cálculo
de órbitas tanto de Urano como de Neptuno no se ajustaban a lo esperado, y la
masa de Plutón no explicaba las desviaciones gravitacionales de estos dos
últimos planetas. La solución a esta situación fue la suposición de un décimo
planeta que explicara la alteración de las órbitas de Urano y Neptuno.
EL PLANETA X EXISTE, PERO NO TIENE EXPLICACIÓN
Una de las muchas representaciones de la posible apariencia del Planeta X.
Investigadores del Centro Harvard-Smithsoniano para
Astrofísica (CfA) y de la Universidad de Michigan concluyeron en mayo que evidentemente
hay un “noveno planeta” mucho más lejos de Plutón, pero no tienen explicación
de su existencia.
El astrónomo de la CfA Gongjie Li, examinó las pruebas
presentadas por algunos científicos en enero pasado, sobre un planeta con una
masa como la de Neptuno en los bordes del Sistema Solar.
Algunos se refieren a este astro como el Planeta X. La
presencia de dos “planetas X” se menciona también en un anterior estudio de
Marcos de la Fuente, de la Universidad Complutense de Madrid y Sverre Aarseth,
de la Universidad de Cambridge.
La evidencia apunta a que el ‘noveno planeta’ existe,
pero no se puede explicar con certeza por qué razón se produjo”, dijo el
astrónomo Gongjie Li, autor principal de un artículo que posteriormente fue
publicado en la revista Astrophysical Journal Letters.
El misterioso “planeta nueve” está orbitando nuestro Sol
a una distancia extremadamente lejana, entre 400 a 1.500 unidades astronómicas.
Una unidad astronómica (UA) es la distancia media entre la Tierra y el Sol, o
150 millones de kilómetros aproximadamente. Plutón, considerado antes como el
noveno planeta, y degradado por la NASA como “planeta menor”, se encuentra
entre 30 y 49 UA del Sol.
Por la lejanía del misterioso astro, Gongjie Li plantea
la pregunta de ¿cómo se formó allí? ¿O se formó en otro lugar y llegó a su
actual órbita inusual después?
Junto con Fred Adams, de la Universidad de Michigan,
crearon a nivel de computación millones de posibles escenarios para la
formación del planeta y encontraron en cada caso muy bajas probabilidades de
que ocurriese.
La posibilidad más firme es que el “noveno planeta” era
un planeta del Sistema Solar y que una estrella de paso, con su fuerza
gravitacional, lo extrajo hacia el exterior y lo situó en una órbita más
amplia. Pero en ese caso, explican los autores, lo más probable es que la
estrella con su fuerza lo tiraría más afuera.
Otra explicación que encontraron es que el planeta se
formó muy cerca del Sol y, al interaccionar con Júpiter y Saturno, fue
impulsado a una órbita con una elíptica mucho más grande.
Una tercera posibilidad es que el misterioso planeta se
formara desde el inicio en la parte más externa del Sistema Solar y fuera
movilizado aún más hacia afuera por el paso de una atractiva estrella con gran
fuerza gravitacional.
Otro análisis apunta que el Sol nació dentro de un
clúster o cúmulo de estrellas, y que el “planeta X” apareció después que el Sol
abandonó este cúmulo.
Por último surgió la opción de que el “planeta X” es un
exoplaneta de otra estrella que pasó muy cerca de nuestro Sistema Solar y quedó
capturado en su parte más extrema.
En cualquiera de las posibilidades analizadas, la
probabilidad de que esto realmente ocurriese es tan baja, según Li y Adams, que
el misterioso astro -“planeta X” o “noveno planeta”- seguirá siendo una
incógnita por ahora. Por esta razón la CfA tituló su artículo “Noveno planeta:
un mundo que no debería existir”.
¿YA SE CONOCÍA LA EXISTENCIA DEL PLANETA X EN LA ANGITÜEDAD?
Para algunos, el Planeta X se asocia con otros planetas
que fueron anunciados desde hace mucho tiempo, cada uno con un origen
diferente.
La excentricidad de la órbita del planeta X, que duraría
entre 10.000 y 20.000 años (la de Plutón es de 248 años) recuerda la que
supuestamente tendría Hercóbulus (que se estimaba en 35 mil años de duración),
un planeta que se predijo a mitad del XX que causaría catástrofes en el planeta
Tierra (aunque ciertamente se trata de un planeta ficticio, sin evidencia
científica sobre él).
Supuesto tamaño del planeta ficticio "Hercólubus".
Pero Hercóbulus no es el único predicho. Hay otro planeta
relacionado a catástrofes, extraído de la mitología babilónica: Nibiru, el
doceavo planeta para esta cultura. También fue planteado que este último tiene
una órbita excéntrica extra solar. El Afelio de Nibiru (similar al de
Hercóbulus) estaría lejos del cinturón de Kuiper (un conjunto de cuerpos de
cometa que orbitan alrededor del Sol a una distancia de entre 30 y 100 UA o
unidades astronómicas), a 469 UA (cabe recordar que una UA es equivalente a 150
millones de kilómetros.
Hipotético aspecto del también ficticio planeta "Nibiru".
Se ha señalado que por sus enormes tamaños, tanto Nibiru
como Hercóbulus (este último tendría 6 veces la masa de Júpiter), crearían
catástrofes a la Tierra, en su cercanía. También haría lo propio Ajenjo, la
estrella profética nombrada en el Apocalipsis.
Esta inquietud fue planteada por el New York Post en
abril de este año afirmando que “el noveno planeta podría enviar próximamente
asteroides y cometas a toda velocidad en dirección a la Tierra con
consecuencias potencialmente devastadoras”.
El astrofísico estadounidense retirado Daniel Whitmire
(IFL Science y Real Sociedad Astronómica) también apoya una teoría apocalíptica
sobre el Planeta X o Planeta 9.
Sin embargo, los astrónomos del Calctech, Batygin y
Brown, señalan que esa aseveración es inexacta. “No hay nada que temer con
respecto al potencial destructor del planeta”. “El Planeta Nueve no perturba la
órbita de la Tierra en absoluto”, aclara Batigyn.
“A medida que surgen nuevos resultados, la teoría del
planeta se ha vuelto más y más fuerte. Por eso creo que este planeta es real.
Ahora sólo tenemos que encontrarlo. Estamos buscando el planeta directamente,
pero también tratando de encontrar más de los objetos más pequeños que pueden
llevarnos al objeto más grande”, dice por su parte Sheppard, en entrevista con
La Gran Época.
Mientras tanto, y hasta nuevas revelaciones, sigue el
misterio en cuanto al origen y cómo ha llegado a ese lugar este planeta, que
orbitaría nuestro Sol a una distancia muy (muy) lejana: entre 400 a 1.500 UA.
Por lo visto, el planeta Nueve guarda respuestas clave
sobre el funcionamiento de nuestro sistema solar.
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