Debajo de su espesa capa de nubes Júpiter había logrado
mantener sus secretos. Ahora, los primeros resultados de la misión Juno de la
NASA están desafiando las creencias de los investigadores sobre el gigante
gaseoso.
Los resultados se dieron a conocer durante una
teleconferencia el pasado 25 de mayo con investigadores de la NASA, y
publicados en la revista Science y Geophysical Research Letters.
Juno se puso en marcha en agosto de 2011, pero no llegó a
Júpiter hasta julio de 2016. La nave ha estado orbitando el planeta y
realizando calculados vuelos de reconocimiento sobre las nubes.
"El punto general de nuestros descubrimientos es
realmente lo diferente que parece Júpiter de lo que esperábamos", dice
Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno, del Southwest Research
Institute en San Antonio. "Pensábamos que era uniforme en el interior y
relativamente aburrido. Lo que estamos encontrando es cualquier cosa menos eso.
Es muy complejo".
Polo sur de Júpiter fotografiado por la sonda Juno.
Los sobrevuelos, observaciones y datos mostraron los
nunca antes vistos polos de Júpiter. Los óvalos brillantes en los polos revelan
ciclones gigantescos que pueden alcanzar hasta los 1.400 kilómetros de
diámetro. Juno también pudo sondear la cubierta de las nubes y descubrir pozos
de amoníaco que forman sistemas meteorológicos gigantes y violentos en la
profunda atmósfera.
Imagen detallada del polo sur de Júpiter.
Pero este amoníaco no se mezcla constantemente, como los
investigadores creían. Los ciclones gigantes en los polos también son nuevos
para los investigadores.
"Estamos desconcertados sobre cómo podrían formarse,
qué tan estable es su configuración y por qué el polo norte de Júpiter no se ve
como el polo sur", dijo Bolton. "Estamos cuestionándonos si este es
un sistema dinámico, y solo estamos viendo una etapa, y durante el próximo año
lo veremos desaparecer, o si se trata de una configuración estable y estas
tormentas están circulando alrededor una de la otra".
Juno reveló que el campo magnético de Júpiter es 10 veces
el de la Tierra y el doble de fuerte de lo que se había anticipado, superando
las expectativas de los investigadores.
Imagen infrarroja de las auroras boreales en Júpiter.
Juno también encontró enormes auroras de Júpiter, captadas en imágenes ultravioletas e infrarrojas, y una lluvia de electrones que podría ser su origen.
Imagen ultravioleta de las auroras boreales en Júpiter.
Estos datos, junto con las observaciones que la misión
realice en adelante, pueden ayudar a los investigadores a determinar la
estructura de la atmósfera de Júpiter, y responder a la gran pregunta: ¿tiene
el planeta un núcleo sólido?
Modelos anteriores así lo sugieren, pero los datos únicos
de Juno podrían proporcionar una visión real. Si el planeta tiene un núcleo
sólido, cambiaría la creencia de que el gigante de gas se compone en gran parte
de hidrógeno y helio.
A pesar de que Júpiter es el planeta más grande de
nuestro sistema solar, los astrónomos no saben mucho acerca de su origen. La
misión Juno fue diseñada para recopilar datos y observaciones que revelarán el
origen y evolución del gigante gaseoso. Sus otros objetivos incluyen mapear sus
campos gravitacionales y magnéticos, observar auroras, medir la cantidad de
agua y amoníaco en su atmósfera y encontrar evidencia de un núcleo sólido.
VIDEO - RESULTADOS MISIÓN JUNO (CNN)
Júpiter es probablemente el primer planeta que se formó en
el sistema solar y saber más sobre él puede contribuir a un mayor conocimiento
sobre el inicio del sistema.
Juno es la segunda nave espacial que orbita Júpiter. La
primera fue Galileo, que orbitó el planeta entre 1995 y 2003.
La misión terminará en 2018, cuando la nave se estrellará
en el planeta para impedir que cause daños en las lunas de Júpiter.
Artículo extraído de cnn.com
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