El equipo humano encargado del próximo gran observatorio
espacial, el Telescopio Espacial James Webb (JWST), ya se encuentra en marcha
en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, de la NASA. El año de lanzamiento:
2018.
El Telescopio Espacial James Webb es un telescopio
infrarrojo, lo que significa que va a detectar el calor de las estrellas y
galaxias a millones, e incluso, miles de millones de años luz de distancia.
“Nos mostrará las primeras estrellas y galaxias que se
formaron en el universo temprano”, dice Eric Smith, director del programa JWST
y científico del programa de la NASA en Washington. “¡Vamos a ser capaces de
ver la luz del universo por primera vez!”.
Se necesita un espejo muy grande para detectar la luz de
objetos de más de 13 mil millones de años luz de distancia. El espejo del
telescopio James Webb es tan grande (6,5 metros de ancho) que tendrá que ser
doblado con su parasol para que quepa en un cohete al momento del lanzamiento.
El espejo posee 18 segmentos, cada uno de 1,3 metros de
altura, los cuales recientemente han sido montados en la estructura que en última
instancia va a mantenerlos en su lugar y dejar que funcionen como si fueran
parte de un único espejo hexagonal gigante.
Una vez que el telescopio esté completamente ensamblado y
unido al módulo de instrumento, toda la unidad de vibración y acústica será
probada.
Pruebas criogénicas finales se llevarán a cabo en el
Centro Espacial Johnson a principios del año 2017 en la misma cámara de vacío
en la cual se puso a prueba el módulo lunar Apolo. Posteriormente, el
telescopio se integrará con la nave espacial y el parasol en Northrop Grumman,
sede en Redondo Beach, California. Después, se colocará en un recipiente de
transporte especial a bordo de un gran barco, que viajará desde California, a través
del canal de Panamá, hasta Kourou, localidad de Guyana Francesa, en donde
finalmente emprenderá su viaje al espacio en un cohete Ariane 5 suministrado
por la Agencia Espacial Europea (ESA).
Cuando el Telescopio Espacial James Webb entre en
funcionamiento, además de mostrarnos los primeros “fuegos artificiales” del
universo, el mayor telescopio infrarrojo del mundo será un astuto explorador de
planetas que circundan estrellas lejanas.
James Webb será capaz de llevar a cabo una alta precisión
de seguimiento, así como estudios detallados de la gran e indefinida cantidad de
exoplanetas que se han escondido de otros telescopios.
“Será como respirar profundamente en la atmósfera de un
planeta extraño”, dice Smith.
Partes del Telescopio Espacial James Webb. La imagen superior izquierda muestra la órbita y posición que tendrá al momento de entrar en funcionamiento.
El telescopio James Webb será fundamental en la
observación y toma del espectro de los planetas gigantes gaseosos, en los
cuales podría llegar a detectar agua, dióxido de carbono y metano, entre otros
compuestos. También podrá tomar algunos datos espectrales de planetas más
pequeños y hará un acercamiento para estudiar las “súper Tierras” recién
descubiertas. Incluso, Webb será capaz de encontrar planetas por sí solo usando
una técnica llamada cronografía.
“La comunidad científica es muy creativa”, dice Eric. “Van
a pensar en muchos trabajos para el James Webb que no hemos imaginado antes”.
Sin duda, habrá muchas sorpresas, además de los
exoplanetas, a lo largo del camino.
Información tomada de Science at Nasa.